Por Jairo Hernán Díaz Arias (JHDA)
Durante décadas, las bibliotecas universitarias han sido la principal fuente de información para los estudiantes, profesores e investigadores, pero en los últimos años, la evolución tecnológica ha transformado la manera en que las personas acceden a la información y ha llevado a una disminución en el uso de las bibliotecas universitarias. Esto se evidencia en los datos de uso, que muestran una tendencia decreciente desde el año 2000 a nivel internacional.
Uno de los factores que ha influido en este cambio es la facilidad y rapidez con que se puede acceder a información a través de internet. Los usuarios pueden buscar en línea desde cualquier lugar, en cualquier momento y con un gran número de fuentes disponibles, lo que puede disminuir la necesidad de acudir a una biblioteca física.
Y aunque algunos bibliotecarios no lo quieren reconocer, estas bibliotecas poco a poco se irán convirtiendo en lugares polvorientos, silenciosos, como simple “almacén o depósito”, o peor aún “cementerio de Libros”, donde los libros se apilan en estantes, pero no son consultados.
Dicen, mi biblioteca permanece llena, pero no observan con más detalle, es cierto, los estudiantes acuden a esos espacios y se sientan en las mesas, pero no para leer o consultar los libros, lo hacen para aprovechar el espacio físico, como punto de reunión, estudiar, hacer trabajo en grupo, consultar las redes sociales, acceder a wifi o incluso dormir.
Y quizá algunos aun puedan decir, eso no pasa en la mía, pero tarde que temprano pasará, y el asunto es, ¿por qué no empezar esa transformación ahora? ¿Por qué no hacer la reflexión en este momento?
Eso lo hicimos nosotros en la Biblioteca Digital CRAI hace ocho (8) años, https://library.uniquindio.edu.co/ evolucionó dinamizando el entorno, y desde al año anterior (2022) desarrollamos otra idea acorde al presente/futuro de la educación, de las nuevas necesidades de los usuarios, somos también un Centro de habilidades académicas y tecnológicas (CHAT), lo que fortalece el CRAI y fomenta el aprendizaje y el desarrollo integral de estudiantes y profesores.
En la era digital en la que vivimos, donde la información y la tecnología evolucionan rápidamente, la biblioteca universitaria CRAI está liderando el camino en la transformación de la educación y la investigación.
Desde el 2015 evolucionó de una simple biblioteca tradicional a un CRAI (Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación) y ahora en los años 2022 y 2023 avanza y crea un nuevo estilo de unidad de información como CHAT, aspecto que la hace pionera, y de vanguardia, ofreciendo no solo acceso a recursos académicos en línea, sino visibilizando la tecnología de última generación, contenidos y herramientas de colaboración y descubrimiento.
La nueva acción y visión de la biblioteca universitaria CRAI (CHAT) está en línea con esta expectativa del presente / futuro de la educación.
Brindando diferentes estrategias que permitan el desarrollo de habilidades académicas y tecnológicas, lo que vincula: difusión, descubrimiento, motivación, visualización, talleres, asesoramiento y servicios para ayudarlos a desarrollar o incrementar sus habilidades y competencias, acciones que les permitan sobresalir en su carrera profesional, personal y social.
En este blog exploraremos la necesaria transformación de las bibliotecas universitarias y cómo la Biblioteca Digital CRAI de la universidad del Quindío está aportando al modelado de la universidad, la educación y la investigación.
Desde el aumento del acceso a la tecnología hasta el crecimiento en la demanda de habilidades en línea con las tendencias de la industria, veremos cómo la biblioteca universitaria debe estar ayudando a los estudiantes y profesores a estar a la vanguardia en sus respectivos campos.
Únete a nosotros para explorar la evolución de las bibliotecas universitarias y cómo están transformando la educación y la investigación en el siglo XXI.
