Por Jairo Hernán Díaz Arias
Actualmente se habla mucho sobre la inteligencia artificial y desde hace algunos años de ciudades, carros, neveras, lavadoras, aspiradoras y otra gran cantidad de utensilios y cosas inteligentes; pero se descuida y no se presta tanta atención a la inteligencia humana (I.H.).
Esto se evidencia en los actos de violencia voluntaria que se producen en las calles y lugares públicos; acciones de individuos que sin importar más que sus propios intereses o incluso influenciados por ideologías o información manipulada, salen a dañar todo cuanto encuentran, ignorando la presencia de niños y adultos que son afectados desde todo ámbito: económico, social, psicológico, cultural y moral.
Lo cual nos lleva a evitar ir a un estadio, asistir a conciertos, compartir con amigos o familiares en un parque, usar la camiseta de un equipo, cruzar un barrio, viajar o desplazarse por otros lugares, porque podemos ser víctimas directas o colaterales de hechos que para nada evidencian I.H.
Lo crítico de esto (desde mi análisis), es que algunos seres “humanos” dejaron de usar su propia I.H. para que otros llenaran su “cabeza” de odio, resentimiento, envidia, incluso se encargan de bajar el autoestima, pues así son más manipulables.
Perdieron la capacidad de actuar conforme a unos principios básicos que contradictoriamente los robots si tienen; me refiero a las leyes de la robótica establecidas en 1942 por el escritor y profesor de química ruso (luego nacionalizado estadounidense) Isaac Asimov (1920 – 1992). Y que nosotros los “humanos” con solo esas tres “leyes” nos relacionaríamos mejor.
Usé el concepto de HUMANO para reemplazar el de ROBOT:
- No causar daño: “Un (HUMANO) no puede dañar a un ser humano ni, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño”.
- Cumplir las órdenes: “Un (HUMANO) debe cumplir las órdenes de los seres humanos, excepto si dichas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley”.
- Proteger la propia existencia: “Un (HUMANO) debe proteger su propia existencia en la medida en que ello no entre en conflicto con la Primera o Segunda Ley”.
La I.H. es tan importante que si se asume, minimizará al máximo cualquier acción que no cumple con las tres leyes anteriores, adaptadas y útiles para los humanos, lo explico:
La primera, obligación de no causar daño a otros seres humanos o animales.
La segunda, obligación de cumplir con las órdenes legales y contractuales, pero siempre y cuando estas órdenes no impliquen acciones que causen daño a otras personas o a la sociedad en general.
La tercera, obligación de proteger nuestra propia vida y bienestar, pero siempre y cuando esto no implique acciones que causen daño a otros seres humanos, animales o al medio ambiente.
Aunque las leyes de la robótica no son aplicables a los seres humanos tal y como se establecieron originalmente, algunas de sus implicaciones éticas pueden ser útiles para asumir leyes y normas que rigen el comportamiento humano en la sociedad.
La I.H. permite comprender que causar daño a otras personas o animales es inaceptable, también desarrolla habilidades y capacidades únicas que nos ayudan a alcanzar metas y lograr resultados que las máquinas aún no pueden igualar, me refiero a la creatividad, empatía, resolución de problemas complejos, pensamiento crítico, toma de decisiones, comunicación efectiva y la adaptabilidad al cambio.
A partir de HOY conectemos mas seguido el cerebro antes de actuar.
Aclaración: Uso la palabra HUMANOS entre comillas, pensando en esas personas que su foco es el mal, la mala intención, el bienestar individual por encima de los demás; me cuesta creer que alguien que tenga la razón y el corazón conectados, actúe en contra de cualquier otro ser HUMANO o un animal.
Paz y Bien.
Los invito a leer la continuación: “Pero si uno nace bueno (aparentemente) ¿Quién nos rompe la I.H.?”
Para los que crecimos en una época donde los buenos valores eran nuestra guía de comportamiento, no es fácil ver cómo las nuevas generaciones le restan importancia a estos valores y se los pasan por la faja.
La IA es una herramienta que debe ser bien utilizada para el beneficio del ser humano, pero ojo, no se nos puede olvidar que siempre al final nuestra interacción será con seres humanos y por eso debemos actuar sin olvidar la IH.
Debemos analizar muy bien toda la información que nos llega a diario, validar y aprovechar lo que en realidad nos sirve.
Y que no se nos olvide la reconocida frase de Rousseau. ‘’ El hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe’’
Tú puede elegir y aplicar la IH.