No. 9: “¿Dónde va Vicente? donde va la gente”

Serie: 9 Reflexiones sobre la Biblioteca
Por Jairo Hernán Díaz Arias (JHDA)
Introducción

Lea todo por favor, pero antes quítese así sea por un momento todas las ideologías, colores y conveniencias e intereses que usted maneja, trate de leerme y entender en neutro. Este será el último tema y sinceramente espero que tenga el mayor impacto en usted y su entorno.

Avanzamos en el 2022, cerró un año 2021 aún contagiado de un 2020 y un 2019 (quizá el mas crítico) en Colombia y otros países latino americanos, incluso en España; se hace evidente lo fácil que es llevar a “Vicente” a todo tipo de actos violentos, de una intolerancia y falta de criterio total de quienes actúan bajo el poder de la montonera y la desinformación. Y no es que dejen de suceder actos reprochables y por los cuales es justo manifestarse, ¿pero es esa la forma correcta?

Con todo respeto, por un muerto ¿hay que matar a otros?, ¿incendiar y acabar con todo lo que se pueda? ¿robar?, ¿destruir?; por uno que merece toda la justicia, se actúa con menos justicia por quienes la reclaman. Es justo actuar, pero no de esa forma.

Mueren otros por los violentos que se creen líderes de una cantidad de “vicentes” ingenuos o por naturaleza violentos y aprovechados de la situación. Creo que usted y yo ante situaciones similares de manifestación, no nos nace salir a robar, dañar o intentar sustraer dinero de los cajeros electrónicos, romper vidrios de almacenes, negocios y estaciones de servicio público; quemar buses y/o estaciones de tren o metro; lanzar piedras y llevar bombas para intentar quemar a otras personas o dañarlas. No, no y no, la mayoría no salimos de casa y al enterarnos de un hecho injusto, empezamos a violentar a los demás. ¿Cómo curar una injusticia con cien más?

Todo esto sucede por un elemento de trivial trato, usted y yo lo mencionamos a diario, del cual se habla de forma constante: la información; pero en estos casos no la información real sino la manipulada, la que utilizan los de un lado u otro por conveniencia, los de un color y los multicolores, los que alzan una bandera de uno u otro partido político, aunque mañana cambien de ella para otro, sin sonrojarse.

Toda esa violencia continúa amplificándose por algunos medios de comunicación, que con sus titulares y reportajes incendian más a los otros “vicentes” que quieren salir en televisión y no saben incluso explicar el porqué del problema.  “vicentes” que reenvían, publican, comparten “información” y falsas noticias por diferentes medios sin verificar, analizar y contrastar; ocasionando afectaciones de todo sentido, algunas que llevan de nuevo a la muerte, incluso de personas inocentes que no soportan esa presión o injusticia.

LA INFORMACIÓN

Este es el tema de esta última reflexión de la serie biblioteca universitaria, pero no la información académica, la de enseñar y aprender ciencias, química o matemáticas; es la información que utilizan a diario las personas en la sociedad, por la cual desde nuestras unidades de información debemos actuar, procurar ser curadores de ella, garantes de su confiabilidad y credibilidad, enseñando y compartiendo principios éticos y morales en su manejo y gestión.

Enseñar al usuario a gestionar la información, a saberla “consumir” o mostrarle cómo debe revisarla antes de actuar y/o compartirla, es un grano de arena, pero debemos hacerlo. Esto nos vincula con una transformación a la sociedad informada, se trata de ser activos, pero no partícipes: enseñar a la comunidad de usuarios a identificar información original, veraz, contrastando datos e información en diferentes fuentes lo más confiables posibles.

Si lo hacemos, nuestro “Vicente” actuará informado, determinará si va o no para donde va la gente, porque su pensar y actuar está alineado o no con quienes invitan, convocan o reúnen. No será un ingenuo y estará asumiendo de forma total su responsabilidad.

BASTA DE VIOLENCIA

IFLA, la UNESCO y no sé cuántas otras asociaciones, gremios e instituciones están pidiendo a las bibliotecas actuar para alfabetizar sobre el valor e impacto de la información y evitar caer en la trampa de la desinformación y toda clase de noticias falsas (fakenews) o videos deepfake.

Necesitamos escenarios que impacten la sociedad de forma positiva, mientras la violencia de todo tipo sea el primer paso y no el diálogo; nuestros textos, blogs, videos y obras continuarán llevando por más décadas el odio y la intolerancia a las nuevas generaciones; desafortunadamente sino se actúa ahora, continuarán arrastrando la rabia desinformada e incluso el sin sentido.

Debemos aprender y enseñar a leer detrás de las líneas, interpretar voces y acentos de quienes nos cuentan algo, lo dibujan, lo escriben o lo muestran, no importa la forma; es un asunto que debemos liderar desde las bibliotecas, no para evitar una marcha o una protesta justa, si para minimizar o evitar la violencia y el caos. Así podremos entender que quienes acuden a ella como mecanismo actuarán con cordura, porque están informados, tienen datos e información de fuentes confiables y reales.

Debemos evitar que “vicente” simplemente vaya “pa donde va la gente”; eso lo logramos mostrando la diferencia entre información y desinformación, no será fácil, pues como droga algunos son adictos a vivir en ese mundo de mentiras, de violencia, incluso por conveniencia individual o grupal. Si no se logra, hemos ganado algo, no nos quedamos pasmados, quietos, lo intentamos, lo hicimos.

Nuestras habilidades de comunicación serán fundamentales, llevemos la paz y el bien, incluso podemos unirnos con otras profesiones, buscar el apoyo de expertos; todos unidos podemos aportar un grano a estos escenarios para una sociedad más culta, menos violenta, informada y con capacidad de diálogo sin colores y pasiones.

Incluso con esta pandemia (COVID-19) los avivatos intentan desinformar y aprovecharse de la situación, con objetivos meramente politiqueros, comerciales y publicitarios entre otros.  No les importamos usted y yo, solo importan ellos, sus negocios y sus estrategias para engañar a “vicentes”.

Rompamos esas cadenas de desinformación, la mezcla de la verdad a medias es peligrosa para todos, incluso para quienes ayudan a impulsarla, pues solo son una ficha que está apoyando a otros pocos más grandes a ganar algo, que no verá y disfrutará el “Vicente” que creyó en ellos.

FIN

La Alfabetización Mediática e Informacional está cobrando cada vez más importancia debido a la transformación que los medios experimentan en el entorno digital al pasar de la navegación superflua, la cháchara y el tecleo en Internet a la extracción de datos con fines de manipulación y desestabilización. Este tipo de educación debe replantearse la esencia y las funciones de los medios y los fundamentos políticos y éticos que los legitiman.” https://plus.google.com/+UNESCO. (2017, July 18). Contra la información falsa, espíritu crítico. UNESCO. https://es.unesco.org/courier/july-september-2017/informacion-falsa-espiritu-critico

Please follow and like us: