No. 2: Los servicios de las Biblioteca Universitaria

Serie: 9 Reflexiones sobre la Biblioteca
Por Jairo Hernán Díaz Arias (JHDA)

En un evento en plena feria de las flores en Medellín en el año 2019 (Colombia), incluso tiempo atrás en Lima (Perú) y Quito (Ecuador) en el mismo año si mal no recuerdo, fui invitado a compartir una ponencia y/o conferencia, participe con el tema: “AdAPPtarse o Desaparecer”, ante bibliotecólogos y profesionales de la información. Recuerdo que, en mi tierra colombiana, la noche de encuentro de los asistentes, pasaban algunos al frente de la mesa en la cual me encontraba y me decían “No voy a desaparecer” y eso me encantó, aunque parecía una broma, entendí que el mensaje había llegado. 

Mostraba en esos eventos como no solo en la bibliotecología, sino otras profesiones y oficios, la TICs estaban desplazando actividades tradicionalmente realizada por humanos y que nadie les había advertido de esa posibilidad.

Por eso genero este llamado a la reflexión, sin dogmatismos, sin perfección, sin mayores pretensiones, para que cada quien pueda adaptarlo a su entorno, procesarlo como considere y determinar su utilidad o no.

Reflexión No. 2: Los servicios de las Bibliotecas Universitarias

Servicios: como en la reflexión No. 1, aquí podría iniciar buscando y referenciando una gran cantidad de definiciones, lo que dice uno u otro autor sobre los servicios de las bibliotecas universitarias, pero reitero, no es la intención generar mucho texto, menos ante un público que sabe del tema.

Los servicios de las bibliotecas universitarias, poco se diferencian de otros tipos de unidades de información, circulación (préstamo y devolución), referencia, gestión de colecciones y contenidos, préstamo u obtención de documentos interbibliotecario o por compra, gestión de bibliografías, difusión de información, alfabetización informacional, capacitaciones e inducciones. Y espacios de lectura, salas especiales, de computadores, para eventos y exposiciones, colecciones abiertas y/o cerradas, entre otros.  

Imaginemos la biblioteca universitaria en el año 2022 sin colecciones físicas -algunas han estado cerradas desde marzo del 2020 hasta junio del año 2021, con un muy limitado acceso. Hasta donde conozco, no se ha cancelado una clase o cualquier actividad académica por que la biblioteca física e incluso digital no prestó servicio – Entonces no es difícil considerar ese imaginario. –

¿Qué hicieron algunas bibliotecas universitarias ante la situación?

Las que no estaban visualizando lo que el entorno estaba indicando quizá cinco años antes de la pandemia y seguían con su servicio tradicional; volcaron rápidamente a portales web, la urgente suscripción de recursos de información electrónicos (libros – revistas – simuladores – laboratorios – otros) de editoriales o agregadores. Esto significó para algunas contar con “colecciones” para apoyar las actividades académicas e incluso de ocio, pues se suscribieron sistemas de “revistas light”, todo era un afán.

Otras venían como la Biblioteca CRAI en la cual me encuentro, desde hace 4 o 5 años avanzando en su transformación digital, y sin saber que estaríamos en una situación tan particular, hacerlo sirvió para minimizar el impacto en el usuario, que fue casi nulo.

¿Qué sucede con los servicios?

El servicio de colecciones: Los recursos impresos no se ofrecieron al inicio de la pandemia, el temor de contagio evitó el acceso a las bibliotecas y al uso del material. Sin embargo, de alguna forma los profesores y estudiantes superaron la situación y la mayoría de programas académicos terminaron el semestre.

Si la biblioteca era digital, las dificultades de acceso se habían minimizado. Otros recurrieron a lo que vienen utilizando desde antes: la WEB y sus recursos, bien porque el profesor envió a sus estudiantes una URL, el PDF completo y/o lo invitó a usarlos. O porque una búsqueda ante una necesidad les permitió encontrar el libro o artículo completo (legal o no) en la RED.

Y entonces ahora: 

El servicio de préstamo y devolución con intervención humana, va siendo cosa del pasado; en el caso de los libros electrónicos “se prestan y devuelven” de forma automática. Y de los libros impresos, los sistemas de autopréstamo y devolución también funcionan sin intervención de personal.   Si, es cierto, desde hace años existen sistemas con RFID para este servicio con los libros físicos, pero quizá llegó el momento de ahorramos el dinero de las máquinas y el mantenimiento.

El préstamo a domicilio igualmente va desapareciendo (¿recuerdan cuando íbamos a alquilar películas?) el usuario accede al recurso de forma remota, incluso decide en algunos casos cuanto tiempo lo quiere tener “prestado”, lo descarga y no necesita internet para consultarlo nuevamente. En nuestro caso contamos con más de 200.000 libros electrónicos y el usuario lo auto presta de 1 hasta 365 días, se desactiva una vez cumplido el tiempo de forma automática. Ah, no tenemos ejemplares, son multiusuario, tampoco existen multas o sanciones al usuario.

El servicio de hemeroteca física, el más impactado desde años atrás, venía como walking dead, estaba liquidado desde antes de la pandemia por la disminución o cancelación de uso del soporte impreso y por el aumento y fácil acceso al soporte electrónico, con sus artículos descargables, con la posibilidad de traducirlos y con un servicio de acceso 24/7/365. Ahora yo no hay temor a perder el número de una revista o que se dañara; más espacio físico liberado para los amantes de las salas multiuso.

El servicio de fotocopiadora, otro muerto viviente, pues las apps de scanner en un móvil o celular solucionan esa necesidad. (En nuestro caso no existe ese servicio, se canceló por ausencia de uso de los usuarios)

El servicio de traducción que muy pocas instituciones prestaban, pero que existió; ahora con apps, páginas web o navegadores se traducen con un simple “clic derecho” a español o cualquier otro idioma.

El servicio de búsqueda y recuperación de información básica, que aún se presta cada vez menos, gracias a lo amigable de los navegadores y buscadores en la web y los “descubridores” de las bibliotecas que integran todo tipo de recursos, pagos y/o abiertos en una sola caja de búsqueda. Además, la elaboración de videos instruccionales paso a paso, para que los usuarios logren hacerlo directamente -DIY- hágalo usted mismo – y acceden a ellos desde youtube.

Se fortalece este servicio con los “Chat” en sitios web, diferentes apps, o como en nuestro caso en la Biblioteca de la Universidad del Quindío, desde hace 5 años el WhatsApp CRAI, servicio como sistema de referencia básica y apoyo al usuario. Unido al sitio web de la biblioteca y al canal de YouTube para difusión de información.

El servicio de casilleros al ingreso de algunas bibliotecas, reemplazado hace algunos años por sistemas de autoservicio, casilleros con una seguridad de candado, clave o moneda. El usuario puede ingresar a los espacios de una biblioteca con todo lo que lleva. Otra ventaja de la Biblioteca Digital, no necesita de ese tipo de seguridad.

Área de colecciones, los espacios de las bibliotecas ahora sin o con mínimas colecciones de libros y enciclopedias, se utiliza para los escenarios de makerspaces o learning spaces. Incluso como se mencionó en la reflexión No.1, para lugares de juego, ocio y descanso.

Áreas de lectura o consulta, ahora convertidos en coworking académico, con todas las posibilidades de conectividad, apoyarán ese contacto humano directo que muchos no quieren perder y consideran necesario.

Salas de computadores o informática fortalecidos, en Colombia hace más de 10 años una biblioteca universitaria, pasó todas sus colecciones físicas a un depósito y aprovechó ese espacio para ampliar su área de computadores para los usuarios, facilitando el acceso a bases de datos y otros recursos de información académica electrónicos.

Estos espacios en épocas de pandemia, muy útiles para quienes no cuentan con computadores o buena conectividad en sus casas, sirven para recibir clases virtuales, estudiar, consultar la biblioteca digital o recursos en internet, utilizar simuladores, laboratorios online y trabajar en equipo.

Servicio de inducción y capacitación online y presencial, dependiendo de la conectividad y el tipo de capacitación, se ejecutan aún de forma presencial, sin embargo, el uso de video a través de sistemas como YouTube permite transmitir en vivo o dejar grabado ese tipo de apoyo que ofrece la biblioteca a sus usuarios. En nuestra biblioteca llevamos más de 8 años ofreciendo este servicio por YouTube y difundiéndolo por el sitio web https://library.uniquindio.edu.co/ Ahí también hacemos difusión de capacitaciones de editoriales y otras fuentes.

Servicio de difusión de información: pasamos de las tablas de contenido impresas en listados en algunos casos grandes, a listados por correo electrónicos y página web, realmente muy útiles para el usuario que poco explora o no tiene tiempo. Un ejemplo de ello es http://www.biblioteca.club/ o https://universoabierto.org/ que se convierten en posibilidades de acción para el bibliotecario (Bibliotecólogo)

El servicio de referencia: Si algo queda en nuestras manos como sólido recurso de acción (no sé hasta cuándo) es este tipo de apoyo que prestamos al usuario. Desde pregrado hasta posgrado, contar con el apoyo de un experto en búsqueda y recuperación de información en nivel avanzado, es parte del éxito del investigador. Aquí las habilidades y competencias tecnológicas, de selección de fuentes y curación de contenidos nos hacen brillar.

El servicio o área de procesamiento técnico: Cada biblioteca tiene su departamento, oficina o áreas para ejecutar esta actividad, sin embargo, la catalogación copiada está siempre a la orden del día, y no de cualquier sistema, de otras bibliotecas gracias al protocolo z39.50, la consulta directa en OPACs o el uso de sistemas como http://classify.oclc.org/classify2/

Este es otro servicio que a futuro desaparecerá, algunas editoriales desde hace años tienen catalogación en la fuente, otros envían los recursos con el formato Marc listo para agregarlos al sistema de la biblioteca y en definitiva. Se observa como grandes servicios de libros no lo utilizan y los usuarios no tienen problema al buscar su libro preferido: (No es propaganda, es un ejemplo) La página principal de Libros en Amazon.com te ayuda a explorar la Librería Más Grande del Mundo sin salir de la comodidad de tu sillón. Y claro, desde lo académico su Biblioteca Digital en cada universidad o institución educativa con las mejores editoriales del mundo.

FIN

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